ANTES
Esta es mi cocina, tiene 15 años y a pasado por 3 dueños hasta llegar a mi. En la foto no se puede apreciar realmente su estado, el laminado se estaba despegando de los cajones y la cornisa de madera inferior y superior sólo servía para atrapar las salpicaduras de las ollas y el polvo respectivamente.
DESPUES
¿A que parece que hemos cambiado de cocina? ¡ Pues no, es la mismita!
Primero despegamos el laminado, salió sencillamente tirado de las partes que estaban levantadas; si no hubiéramos tenido que utilizar una pistola de calor.
En la imagen superior se puede ver como quedó sin el laminado dejando al aire los paneles de DM
Ya metidos en faena quitamos toda la cornisa, lo que nos dejaba unos centímetros más entre la encimera y los muebles y de paso nos ahorraba cabezazos.
Fuimos desmontando puertas y tiradores, y dando primero una capa de imprimación en color blanco para madera.
Dejar secar esta primera capa es muy importante, para un buen acabado final, luego damos otra capa de imprimación y dejamos secar. Utilizamos una paletina de espuma para los bordes y un rodillo de espuma para la superficie de las puertas.
Utilizamos cinta “Tesa” o de carrocero para proteger las zonas que se podían estropear ( La unión de los paneles con la encimera, etc)
Finalmente aplicamos la capa de pintura mate en color blanco.
Es importante también mantener la paletina y el rodillo de espuma limpios y secos, para que no acumulen grumos que queden pegados, o agua que modifique la consistencia de la pintura.
Colocamos otra vez las puertas atornillándolas bien, que también les hacia falta un repaso, ya está.
Sigo dándole vueltas a la forma de tapar la cenefa “ vegetariano festiva” del fondo, en cuanto se me ocurra algo os haré partícipes, ¡por supuesto!
Bueno, pues esto fue lo que hicimos la tarde noche de un sábado en vez de ir al cine y a cenar como la gente normal…pero tengo cocina nueva!